Jardines de El "Capricho". Domingo 19 Septiembre

Ayer Domingo, la Duquesa de Osuna nos invito a redescubrir su Capricho, un Jardin que el ayuntamiento de Madrid reabrio al publico en 1987 y que yo descubí hace más de 10 años, yo diría que entre 1995-1998, entonces era la joya secreta de los parques madrileños.....Ahora es bastante más conocido, influye que sale en TODAS las guías turisticas y que está al lado de la entrada SUR del Parque Juan Carlos I.

Su mayor encanto es su capacidad de evocación, según vas recorriendo, sus parterres, praderas, canales y edificaciones resulta inevitable intentar imaginar como sería la vida en la Corte a finales del Siglo XVIII.

Se trata de un parque muy RECOLETO y con un punto mágico. La primera parte del Jardín es más afrancesado, con todo en su sitio, sus calles rectas perfectamente definidas, sus parterres perfectamente alineados, con sus setos perfectamente recortados y su cesped recién segado.....y una segunda parte Britanico Italiana, más salvaje y donde hay que ir descubriendo los caprichos ocultos de la duquesa....en un paseo repleto de mágia.

A primera vista parece más pequeñito de lo que es, y al final sus 14 hectareas permiten encontrar bancos solitarios en praderitas y recovecos aislados.



El comienzo de la visita es muy impactante, hay un largo paseo lineal repleto de parterres al gusto de Versalles, que desemboca en una plaza muy recargada de columnas y figuras mitologicas que imita a las plazas de las villas de los senadores Romanos, desde esta plaza se ve el Palacete al fondo de la segunda recta de parterres y justo debajo en un segundo nivel también se ve un laberinto vegetal....

Pero lo más bonito, es cuando se abandona esta zona de jardín afracensado,s del XVIII, el Palacio, el estanque, el enbarcadero, la fuente de los Delfines y de las Ranas, el Abejero, el Casino, el jardín de las Flores, la Casa de la Vieja....

Fundado por la duquesa de Osuna, doña María Josefa Alfonso Pimentel, comenzó a construirse en 1787, culminándose en 1839. Tras la muerte de los duques, pasó por diversas manos, hasta que es declarado jardín artístico en 1943. Desde 1974 es parte del patrimonio madrileño; se reabrió al público al comienzo de la etapa democrática. En 1987 el Ayuntamiento procedió a su rehabilitación


En 1783 los Duques de Osuna compraron una finca, situada en la villa de Alameda y al año siguiente Pablo Boutelou uno de los mejores jardineros de la corte, presentó un proyecto para la ordenación del llamado Jardín Bajo, que en aquellos momentos era el eje principal de la finca.

Arquitectura
Tres años después, la condesa contrató a Jean Baptiste de Mulot con la condición de no trabajar para otras casas del país. Mulot venía de la corte de María Antonieta y conocía a la perfección el Petit Trianon de Versalles. Para la duquesa ideó un diseño paisajista de estilo inglés cuya traza general se realizó durante su estancia en España, así como el comienzo de las obras de Albejero y del templete. Tras su marcha en 1795 se hizo cargo de la Alameda el jardinero francés Pierre Prevost y el pintor y escenógrafo italiano Ángel María Tadey. Entre 1792 y 1796 se llevaron a cabo las obras del palacio de cuya construcción se hicieron cargo los arquitectos Manuel Machuca Vargas y Mateo Medina sucesivamente. En 1808 la invasión francesa obligó a la duquesa a trasladarse a Cádiz. Con la restauración en el trono de Fernando VII, la duquesa recuperó su capricho y en 1815 ordenó la construcción del Casino de Baile según proyecto del arquitecto según proyecto del arquitecto Antonio López Aguado.

Marco cultural
Tras la muerte de la duquesa, su nieto encargó a este mismo arquitecto la relización de dos monumentos, uno en memoria de la duquesa, Exedra de la Plaza de los Emperadores, y otro en memoria del duque, La isla de Lago.
Hasta ser adquirida por el Ayuntamiento de Madrid en 1974, la finca de "La Alameda de Osuna" pasó por diferentes propietarios y en 1985 fue declarada Bien de Interés Cultural hecho que ha sido fundamental para la recuperación y restauración integral de este conjunto que representa el mas original y consumado ejemplo de villa suburbana de siglo XVIII en España, además de uno de los pocos exponentes de jardín paisajista que tenemos en España.